Hollow Knight: Silksong

Han pasado años desde que Silksong fue anunciado y, aunque la espera se sintió eterna, la recompensa es un juego que no solo cumple con las expectativas, sino que las supera en casi todos los apartados. Team Cherry demuestra que su obra maestra no fue un golpe de suerte, sino la consolidación de un estilo propio que lleva el género metroidvania a nuevas alturas.

Una nueva protagonista, un nuevo ritmo

En esta secuela dejamos atrás al Caballero para ponernos en la piel de Hornet, quien ofrece un gameplay más ágil, agresivo y vertical. Su movilidad es mucho mayor y esto cambia por completo el ritmo del combate y la exploración. Saltos más rápidos, habilidades con un aire acrobático y un enfoque mucho más ofensivo hacen que cada encuentro se sienta fresco y desafiante.

Un mundo aún más vasto y peligroso

El reino de Pharloom es hermoso y aterrador a partes iguales. La dirección artística sigue siendo impecable: escenarios dibujados con un nivel de detalle que invitan tanto a perderse como a temer cada esquina. Las criaturas nuevas, con patrones de ataque variados e impredecibles, mantienen la tensión constante.

Dificultad justa y adictiva

Al igual que en Hollow Knight, la dificultad de Silksong nunca se siente injusta. Cada derrota es una lección y cada victoria, una recompensa enorme. Hornet tiene más recursos ofensivos, pero los enemigos también están mejor preparados, obligando al jugador a aprender y adaptarse constantemente.

Música y ambientación que envuelven

Christopher Larkin vuelve a firmar la banda sonora, y una vez más logra una mezcla de melancolía, tensión y épica que acompaña a la perfección cada rincón del viaje. Es imposible no dejarse llevar por la atmósfera.

Veredicto

Hollow Knight: Silksong no es solo una secuela; es la evolución natural de un clásico moderno. Más rápido, más desafiante y con un mundo aún más fascinante, se convierte en una experiencia obligada para cualquier amante del género.

Calificación Geekly: 9/10