Silent Hill f
Desde su primer anuncio, Silent Hill f generó dudas entre los fans. Cambiar el escenario de un pequeño pueblo estadounidense a Japón en los años 60 y reemplazar el sistema de combate clásico por uno completamente cuerpo a cuerpo parecía un riesgo demasiado grande. Además, los reportes de un combate casi al estilo Soulslike hacían que muchos pensaran que el juego perdería la esencia de Silent Hill. Sin embargo, tras jugarlo, la sorpresa fue mayúscula: Silent Hill f se ha ganado un lugar entre los mejores juegos de horror de la última década.
En esta entrega seguimos a Hinako Shimizu, una adolescente japonesa que regresa a su pueblo, Ebisugaoka, solo para encontrarlo envuelto en niebla y plagado de monstruos aterradores. Sin armas de fuego, Hinako debe defenderse con lo que encuentre a su alcance: tubos de acero, cuchillos de cocina o bates de béisbol. Aunque el arsenal es limitado y puede romperse, la gestión de recursos sigue siendo crucial para sobrevivir.

El combate es, sin duda, el aspecto más controversial del juego. Al principio puede parecer sencillo gracias a la capacidad casi caricaturesca de esquivar de Hinako, pero conforme avanzamos, la tensión crece y cada encuentro se vuelve estratégico. La resistencia limita el abuso del esquive, y enfrentarse a múltiples enemigos en espacios cerrados genera momentos de verdadero terror. Cada monstruo es letal, y los jugadores deben aprender a decidir cuándo luchar y cuándo huir.

Uno de los momentos más memorables del juego ocurre al explorar una casa mientras somos perseguidos por un monstruo tipo maniquí con un cuchillo. La combinación de huir y buscar llaves o recursos, en espacios reducidos, genera una experiencia de tensión y miedo que captura perfectamente lo que debe ser un juego de survival-horror.
Monstruos que realmente dan miedo

Silent Hill f brilla en el diseño de sus enemigos. Desde criaturas formadas por huesos de niños hasta masas de caras que escupen sangre, cada monstruo es una pesadilla viviente. Aunque el juego no tiene muchos jefes, los que presenta son igual de impresionantes y aterradores. Además, la gestión de la salud, la resistencia y un medidor de cordura añade una capa extra de estrategia: podemos sacrificar nuestra cordura para realizar ataques más poderosos, pero esto puede complicarnos en el futuro.
Una historia retorcida que recompensa la exploración

La narrativa de Silent Hill f es arriesgada y compleja, ofreciendo múltiples capas que se revelan tras varios recorridos. Como en otros títulos de la saga, la historia puede disfrutarse superficialmente, pero quienes se adentren en los detalles encontrarán un relato más profundo y perturbador.
El juego también respeta las raíces del survival-horror: exploración, resolución de acertijos y gestión de recursos. Los acertijos pueden ajustarse en dificultad, y el modo New Game+ permite personalizar la experiencia, haciendo que cada partida posterior sea fresca y desafiante.
En definitiva, Silent Hill f es un juego que desafía expectativas, ofrece terror en estado puro y logra mantener viva la esencia de la franquicia. Tras terminarlo, es imposible no querer reiniciarlo para descubrir todos sus secretos y finales.